Los amantes de los animales y la naturaleza hacen todo lo posible por defenderlos y protegerlos, lastimosamente también existen aquellos que los perjudican activamente, cazadores con una moral dudosa que atacan a los indefensos animales con crueldad.
Un increíble suceso se reportó en 2012, por el Centro de Investigación Karisoke de Dian Fossey Gorilla Fund.
Un guardabosques observó una escena jamas vista hasta ese momento, dos jóvenes gorilas buscaban y separaban juntos las trampas instaladas por los cazadores furtivos.
Jóvenes gorilas desmantelan trampas de cazadores furtivos
Verónica Vecellio, coordinadora del programa de Gorilas en el Gorila Dian Fosey en ése entonces, informó:
«Esta es absolutamente la primera vez que vemos a jóvenes haciendo eso… No sé de ningún otro informe en el mundo de juveniles que destruyan trampas, somos la mayor base de datos y observadores de gorilas salvajes… Así que me sorprendería mucho si alguien mas ha visto eso».
Informes reportan que éste comportamiento de los jóvenes gorilas de montaña sucedió pocos días después de que uno de los suyos fuera asesinado por una de esas trampas, se creé que esto ha sido la razón de su comportamiento.
Estas trampas realmente son instaladas para capturar antílopes y otras especies, pero a veces son los gorilas quienes terminan atrapados en ellas.
Días antes de ver a estos jóvenes gorilas rompiendo dichas trampas, los trabajadores de Karisoke encontraron otro gorila infantil de nombre Ngwino, quien no corrió con suerte, ya que la trampa dislocó su hombro y por las heridas de la cuerda en su pierna, desarrolló gangrena.
Los rescatistas cuentan que los cazadores no muestran interés en los gorilas atrapados y suelen dejarlos morir.
Estas trampas empleadas por los cazadores son rudimentarias, se construyen usando una cuerda para hacer un lazo, que se presiona por una rama o un tallo de bambú, la vegetación camufla la soga y si el animal hace palanca queda inmediatamente atrapado.
Los rastreadores suelen peinar la selva con el fin de desmantelar las trampas y proteger a los animales en peligro de extinción, esta ardua tarea ha sido difícil para el personal de la reserva ya que el área está repleta de estas trampas y son difíciles de localizar.
El rastreador John Ndayambaje, encontró una de estas trampas cerca de uno de los clanes de gorilas, pero fue avisado por un Silverback llamado Vubu que gruñó una advertencia.
En ese momento que el rastreador avistó la escena, dos gorilas jóvenes, Rwema, un macho; y Dukore, una hembra, rescataron a otro gorila atrapado, de inmediato se apresuraron a encontrar otra trampa, rompiéndola al igual que la primera.
A pesar de la valentía de estos actos, los rescatistas afirman no estar de acuerdo en que los animales aprendan estos comportamientos, consideran que lo mejor es no interferir con la vida que llevan los gorilas en la naturaleza.
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