Jonathan, una tortuga gigante de Seychelles, nació en el año 1832, y el mundo era un lugar muy diferente en aquel entonces; La bombilla aún no se había inventado, y los autos todavía estaban a medio siglo de distancia. Pero Jonathan, ha vivido para verlo todo.
Con alrededor de 187 años de edad, ahora es el animal más antiguo conocido en el mundo, y vive una vida relajante en la remota isla de Santa Elena, en el Atlántico Sur, donde se encuentra desde finales de la década de los 80.
El animal vivo más antiguo del mundo
Teeny Lucy, presidenta de la SPCA local, es una de las principales cuidadoras de Jonathan, que vive en los exuberantes terrenos de la histórica mansión del gobernador, donde Lucy y muchos otros lo visitan durante toda la semana llevándole verduras frescas.
Ella dijo a The Dodo:
«Jonathan es un ícono aquí. Es un gran caballero anciano que lo ha visto todo. Aterrizó en Santa Elena en 1882 como adulto mayor; Él ha visto a generaciones de personas ir y venir».
Muchas personas se han sorprendido con la edad de Jonathan, dijo Teeny. Es el miembro más antiguo de sus compañeros en la mansión, que consiste en otras tres tortugas gigantes; La segunda tortuga más vieja es su amigo, David, de 80 años.
Es probable que Jonathan esté completamente ciego, pero todavía se mueve muy bien. Normalmente pasa sus días descansando al sol, comiendo hierba y relajándose con sus amigos tortugas.
Es una vida muy tranquila para alguien de tal estatus; es tan popular que su retrato está incluso en la parte posterior de la moneda de cinco peniques de la pequeña isla.
Teeny cuenta que todos le tienen mucho cariño a Jonathan, y que al ser el animal terrestre más antiguo del mundo, tiene un estatus casi real en la isla. Es un animal muy noble e interactúa de manera amigable siempre y cuando la gente se mueva lentamente a su alrededor.
Claramente es una tortuga muy feliz y sociable, pero hace unos años comenzó a tener problemas médicos.
Por fortuna, todo lo que necesitó Jonathan fue un pequeño cambio en la dieta, y ahora está de regreso en buena forma y aún sigue fuerte, cuenta Teeny.
«Comenzamos a alimentar a Jonathan semanalmente hace algunos años para complementar su dieta de hierba y mejorar su nutrición. Esto se debió a que el veterinario de la isla se dio cuenta de que su pico (con el que roza la hierba) era suave y quebradizo y que tenía demasiado frío y había perdido peso. ¡Todo eso se ha invertido ahora y él está tan en forma como un violín!»
Aunque Jonathan ha visto una gran cantidad de cuidadores diferentes a lo largo de los años, está claro que los aprecia de todos modos, siempre que le traigan sus bocadillos favoritos, por supuesto.
Teeny dice que él conoce su voz y la voz del veterinario y reacciona caminando hacia ellos, pero es por la comida.
Esperamos que esta vieja tortuga viva muchos años más.
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