Joice Lamas y su esposo adoptaron a Otavio de un grupo de rescate animal que lo había salvado de una familia maltratadora donde convivía con numerosos perros también descuidados. Al principio, Otavio tenía miedo del contacto humano, aunque ya estaba a salvo, y las heridas en su cuerpo habían sanado.
Joice dijo a The Dodo:
«Desde el primer momento que lo vimos, nunca hemos estado separados».
Perrito rescatado deja su tazón de comida medio lleno
Desde que Otavio llegó a su nuevo hogar, Joice lo ha visto florecer. El tímido cachorro que se estremecía cuando alguien se acercaba a acariciarlo ahora le encanta acurrucarse. Sin embargo, las cicatrices invisibles de su vida anterior se ven de otras maneras, particularmente en la manera en que come.
No importa la cantidad de comida que ponga Joice en el tazón de Otavio, el perro siempre deja la mitad, aunque ya ha pasado un año desde que fue rescatado.
No está claro por qué Otavio lo hace, pero su familia sospecha que está relacionado con los años que pasó descuidado. Posiblemente la comida en su antigua casa puede haber sido tan escasa, que aprendió a racionar lo que le daban, o quizás, a guardar un poco para los otros perros hambrientos que lo rodeaban.
Joice dijo:
«Es triste. Siempre le digo: ‘Está bien si comes todo'».
Con el tiempo, Otavio se dará cuenta de que en esta familia podrá comer todo lo que quiera, y que no será maltratado. Ellos están tan comprometidos en ayudarlo en cada paso del camino.
Joice dijo:
«Sé que nunca estará sin nada en la vida, ni comida, ni amor. Tratamos de hacerlo lo más feliz posible».
Cuidar de un perro salvado del maltrato puede ser un desafío, admite Joice. Pero verlos transformarse hace que todo valga la pena.
Joice dijo:
«Necesitan paciencia y mucho amor, porque pueden tardar más en adaptarse. Pero es notable cómo el amor cambia a los animales. Un animal rescatado es mucho más dulce, más agradecido y afectuoso que otros. ¡Son simplemente increíbles!».
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