Una persona de buen corazón vio a dos gatitos en la calle completamente solos. Durante algunas horas esperó a que regresara la madre, pero al parecer todo fue en vano. Esta persona decidió transportar a los diminutos felinos a un centro de rescate ubicado en Los Ángeles, para que recibieran la ayuda que necesitaban y pudieran tener la oportunidad de una vida mejor.
Lamentablemente, los gatitos estaban en mal estado cuando llegaron el refugio, sus cuerpos estaban cubiertos de pulgas y tenían una infección de las vías respiratorias superiores, además de problemas gastrointestinales graves que necesitaban tratamiento inmediato.
Caroline Grace, fundadora de Baby Kitten Rescue, le dijo a Love Meow:
«A Bunny (la hermana) le faltan ambos brazos delanteros. A Otter (el hermano) le falta parte del brazo delantero derecho y algunos dedos de los pies en la mano delantera izquierda. Lo más probable es que su condición sea una malformación congénita».
Gatitos sin extremidades aman recibir abrazos

Caroline dijo:
«Se hizo cargo de los bebés y comenzó a alimentarlos con biberón. Inmediatamente, notó que les faltaban extremidades y comenzó a buscar ayuda. Cuando vi el mensaje y las fotos, no pude decir que no. Los gatos con solo dos patas pueden vivir una vida totalmente normal y feliz. Los gatitos aprenden rápidamente a caminar sobre sus patas traseras, como un conejito».
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Caroline les proporcionó medicamentos, suplementos para ayudarlos a recuperarse y cuidó de sus heridas. En su primer día, el apetito de los gatitos aumentó y comenzaron a moverse alrededor de la guardería con su nueva energía.

Otter se siente el protector de su hermana Bunny, y siempre quiere estar cerca de ella envolviendo su cuerpo alrededor de ella para descansar. Bunny por su parte, aunque es la más pequeña, posee una enorme voluntad de salir adelante. Se ha convertido en una pequeña máquina de ronronear y busca constantemente los besos y afecto de su madre de acogida.

Aunque a Bunny le hacen falta sus patas delanteras, ella continúa disfrutando de amasar todo con sus lindas protuberancias mientras se acerca a Caroline para algunas caricias. Puede que a la pequeña le tome un poco más de tiempo descubrir cómo andar, pero siempre está feliz. Ha empezado a trabajar para fortalecer los músculos de sus piernas mientras se mueve por la guardería.

Los pequeños hermanos se han recuperado gracias a los cuidados y todo el amor que reciben de sus cuidadores. Pronto, serán evaluados para iniciar la terapia física que les ayudará a mejorar su movilidad.
Caroline dijo:
«A Bunny le encanta comer y trepar por encima de su hermano para comer primero, a pesar de que él es el doble de grande que ella. No tengo ninguna duda de que estará dando vueltas sobre sus dos piernas en poco tiempo».
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Bunny y Otter ahora saben lo que es el amor y prosperan a pasos agigantados. Los felinos están felices de tener una familia que los ama incondicionalmente y siempre está para ellos todos los días.

Finalmente, Caroline dijo:
«Les encanta que los abracen, los besen y devuelvan los besos. Y ambos ronronean sin parar».