No cabe duda que esta una escena con la que sueñan los amantes de los perros: más de 3,000 perros de todas las formas y tamaños, con innumerables besos, lametones y meneos de colas para ofrecer durante todo el día. Pero en un refugio para animales en Taiwán, es una realidad.
En Mrs. Hsu’s Sanctuary, un refugio familiar abierto hace cinco años, los perros superan en número a las personas. Debido a la sobre población de perros abandonados en el país, la familia Hsu lentamente comenzó a acoger una pequeña población de perros sin hogar, y ese número siguió creciendo hasta que, finalmente, un buen samaritano donó una instalación grande para servir como un refugio adecuado.
Ahora más de 3,000 perros viven allí mientras esperan su hogar para siempre.
Familia lo dedica todo al cuidado de 3000 perros sin hogar
Al igual que muchos voluntarios que dedican innumerables horas a los perros, Angel Wang comenzó a trabajar como voluntaria en el refugio hace cuatro años porque ella también se dio cuenta de cuántos perros en su comunidad no tenían hogar.
Angel Wang dijo a The Dodo:
«Realmente amo los perros, pero especialmente a los perros callejeros. Debido a que hay tantos, nuestro refugio se ha convertido en el más grande de Taiwán».
Taiwán se convirtió en el primer país de la historia en prohibir la eutanasia de perros sin hogar como medio de control de la población. Los refugios como el Santuario de la Sra. Hsu, se están enfocando más en los programas de esterilización y castración, un cambio bienvenido que con suerte aumentará la conciencia sobre la cría.
La mayoría de los perros del refugio entraron como perdidos, pero muchos fueron rescatados de accidentes a de transito o trampas que ponen los granjeros para mantener a los animales alejados de los cultivos. Por lo general, terminan atrapando perros desprevenidos en el proceso.
Angel dijo:
«Tenemos un veterinario en nuestro refugio, pero si el perro tiene una lesión que es demasiado crítica, son llevados a un hospital de animales local. Tenemos varios perros con piernas faltantes o parálisis en las patas traseras».
Además de una variedad de empleados y voluntarios de tiempo completo, el refugio también cuenta con un colaborador especial que construye sillas de ruedas personalizadas y de bajo costo para cualquier perro que las necesite.
Además de la atención veterinaria, el refugio también ofrece una sala de aseo a gran escala, una sala de noche para que los perros duerman y una sala especial solo para gatos.
Familia cuida de 3000 perros
Como muchos de los perros son extraviados y están acostumbrados a la compañía de otros perros, generalmente pasan el día en el «parque», lo que les da la oportunidad de jugar entre ellos e ir a caminar con los voluntarios.
Angel disfruta especialmente el tiempo que pasa con cada uno de los perros, e incluso ha conocido a su mejor amiga en el proceso. Un día de diciembre de 2015, Angel vio a una perrita gris y peluda, de aspecto dulce que acababa de ser traída al refugio.
Angel dijo:
«Ella fue inmediatamente muy amable conmigo y quería sentarse en el suelo y jugar todo el día. Cada vez que iba para ser voluntario, ella me veía y caminaba a mi lado por el resto del día. Finalmente comencé a llamarla Huei Huei, que significa ‘gris'».
Pasaron los meses, y luego el tiempo que Huei Huei pasó en el refugio se convirtió en años. Pero Angel continuó prestando especial atención a ella, y en marzo de 2017, oficialmente la llevó a casa.
Angel dijo:
«Ella tocó mi corazón. Nos hicimos tan buenos amigos».
La cantidad de perros supera con creces al personal y a los voluntarios, las personas de la comunidad trabajan todo el día para cuidar a los perros y están totalmente financiados por las donaciones de personas locales que creen en su misión.
«Me encanta estar con los perros y verlos felices», dijo Wang. «Sus sonrisas son mi parte favorita».
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