Un perrito juguetón invadió un campo de fútbol en Giori, Georgia y estaba muy dispuesto a rodar para que le dieran un buen masaje en la panza. El enérgico Labrador de repente saltó sobre la hierba en medio de un partido de la Liga Nacional de Fútbol, distrayendo a los jugadores mientras corría alrededor del campo.
No se sabe de dónde llegó el perro, o cómo entró al campo, pero parecía que se la estaba pasando genial.
El perro corrió felizmente por la hierba durante unos tres minutos, moviendo la cola mientras buscaba a alguien con quien jugar.
Perro invade el campo de fútbol y exige un masaje en la panza
Primero corrió hacia el árbitro, quien probablemente estaba considerando darle una tarjeta roja. Luego, uno de los porteros del equipo logró ganarse su confianza al darle una palmadita, y el perro amistoso se puso de espaldas listo para recibir un masaje en la panza.
Inmediatamente todos descubrieron que ese era el verdadero motivo por el cual el perro se presentó en el campo de juego: para recibir un masaje en la panza.
Dos paramédicos intentaron sacar al peludo invasor y lo atraparon por sus patas delanteras, pero el animal decidido no iba a rendirse sin antes dar la pelea, y logró liberarse.
Después, otro jugador captó la atención del perro y saltó por el lado del campo de juego con el perro siguiéndolo felizmente, saltando hacia él como si estuvieran jugando. Al llegar al borde del campo, el futbolista trató de alejar al perro travieso, pero este no pareció impresionado con esa idea, así que corrió en la otra dirección.
El perro fue dirigido finalmente fuera de la cancha hacia las gradas, dejando que los jugadores continuaran con el juego.
Aunque el perro causó algunas interrupciones, seguramente los futbolistas estaban secretamente complacidos por el breve respiro que tuvieron cuando el perro trató de unirse al juego.
Soccer AM compartió el divertido video en Twitter, escribiendo:
«Conoce al perro que invadió el campo de juego y que no abandonó el campo de fútbol hasta que le hicieran un masaje en el vientre. ¿Quién no desea a un compañero como este en sus vidas?».