Un perro y un hombre llamado Dinker y Walter Sanders pasaron por momentos muy difíciles en sus vidas y terminaron en el barrio Skid Row de los Ángeles por razones diferentes, pero se encontraron y ahora son inseparables. El perro Dinker, se escondía en un callejón del barrio conocido principalmente por el tráfico de drogas.
Walter y Dinker se convirtieron en grandes amigos y hace aproximadamente un año, el hombre obtuvo una vivienda de protección oficial en Skid Row, se trata de una pequeña habitación que decidió compartir con su mejor amigo Dinker sin importar el espacio reducido o los escasos recursos económicos.
John Hwang, un fotógrafo de Los Ángeles que documenta la vida de este popular barrio, afirma que:
“él comparte esencialmente todo con él, y se van juntos a todas partes”.
Además, john se ha hecho buen amigo de Walter.
John dijo:
«Hace tiempo que no nos veíamos, pero a menudo nos enviamos mensajes de texto. Él es como un hermano mayor para mí».
Walter cuida mucho de Dinker, lo hace sentir realmente amado y la organización Downtown Dog Rescue decidió brindarle ayuda.
John dijo:
«Le dieron un vale para ver al veterinario. Ellos proporcionaron todas las vacunas, castración. Le dieron una bolsa llena de golosinas y juguetes para perros, un arnés, todo».
La organización está ayudando a este hombre para que pueda mantener a su lado a su mejor amigo Dinker.
Walter le dijo a John:
«Quiero hacer todo lo posible para Dinker. Es muy especial para mí».
Un perro y un hombre se quedaron sin hogar, pero ahora se tienen el uno al otro
Hace poco, Hwang visitó a Sanders y cuenta que: «cuando estaba en frente de su apartamento a punto de llamarle para hacerle saber que yo estaba allí, él no sabía que iba a venir y estaba de pie justo detrás de mí».
John dijo:
“Tenía esa gran sonrisa en su rostro y me dijo: ‘Tenía esta sensación y tuve que bajar, y aquí estás’. A continuación nos dimos un gran abrazo».
Cuando John entró en la habitación de Walter, lo primero que notó fue que faltaba su cama.
John dijo:
«Vi el colchón apoyado contra la pared sin usar. En el piso estaba la cama del perro, un tazón del perro para el alimento y el agua, y un manojo de mantas esparcidas hacia fuera».
«Las mantas y la cama del perro eran básicamente una pila grande. No había un espacio separado para el perro y un espacio separado para la persona, era sólo un gran revoltijo de mantas y una cama de perro».
Walter señaló al suelo y dijo:
«No hay nada que no haría por él».
Ellos estaban destinados a encontrarse y esperamos que puedan permanecer juntos para siempre.
Más información: The Dodo | I Heart Dogs
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