La primera vez que Rosanne Van Zanten vio una foto de Tofu fue en Facebook hace seis años. Era una bolita de pelusa sostenida por su rescatista y la foto fue tomada durante el invierno en Rumanía. Las temperaturas estaban muy por debajo del punto de congelación, nevaba y los perros estaban en jaulas abiertas.
Rosanne siempre había querido adoptar a un animal necesitado, y trató de ignorar a Tofu cuando la vio en el refugio de animales por segunda vez, pero nadie más la quería y se le acababa el tiempo. En una decisión algo impulsiva, Rosanne decidió adoptarla. Tofu necesitaba a alguien que la cuidara y la sacara del frío invierno.
Tofu, junto con otros 30 gatos y perros, hizo el largo viaje de 3 días desde Rumanía hasta Países Bajos.
Perrita temerosa y ansiosa sale a caminar en brazos

Cuando Rosanne conoció por fin a su pequeña, de vuelta a casa se dio cuenta rápidamente de que a Tofu le aterrorizaban los hombres, los niños, otros perros, los bebés que lloraban, la comida. Cualquier cosa la alteraba demasiado.

Rosanne le dijo a Bored Panda:
“Solo se sentía segura encima de algo blando; nuestra cama, nuestro sofá, o yo. Trabajé muy duro en sus traumas y progresó mucho, pero la ansiedad y los comportamientos extraños son solo parte de lo que es”.

La mujer le prometió a Tofu la mejor vida, llena de gloriosas aventuras en playas y bosques. Estaba acostumbrada al comportamiento vivaz de su border collie, al que le encantan los paseos por el bosque y es muy activo, así que pensó que sería igual con Tofu. Pero lo cierto era que la perrita necesitaba todo su amor y paciencia.

Aunque ya ha transcurrido un tiempo desde que fue adoptada, Tofu sigue muy traumatizada y es menos activa que Se, el border collie. A menudo se niega a caminar y le gusta descansar en cosas blandas como camas, sofás y alféizares si hay una manta disponible.

Cuando está fuera de casa, procesar toda la estimulación que la rodea le lleva mucho tiempo; muy rápidamente, la sobre estimulación y el miedo se instalan en ella. A diferencia de su hermano, al que le encantan los paseos. Al cabo de un rato durante una salida su madre suele acabar llevándola en brazos.

Rosanne cuenta:
“Todavía a menudo se niega a caminar: quiere quedarse adentro (seguro) o que yo la lleve (seguro). Empezamos a fotografiar estos momentos y se convirtió en toda una serie”.
Después de ver a su perrita luchar contra la ansiedad, Rosanne supo que tenía que ayudar. Así que decidió poner en marcha un pequeño negocio de creación de camas para perros contra la ansiedad. Estas camas especiales tienen paredes mullidas y son ligeras, por lo que son fáciles de transportar: ¡perfectas para los perritos ansiosos que se desplazan!

Rosanne asegura:
«Tofu ha sido la inspiración para el diseño de la cama; fue rescatada de un refugio de matanza rumano y solo podemos adivinar los horrores por los que pasó en sus 4 meses allí. Siempre estaba construyendo nidos en mi cama, quería tener algo a su alrededor, no cubrirla, y muchas veces le tenía demasiado miedo al mundo exterior».

Rosanne está convencida de que adoptar a Tofu fue la mejor decisión que pudo tomar, y está segura de que su perrita solo se merece amor y seguridad. No importa a cuántos cambios conllevara esta adopción, todo valía la pena para ver a su pequeña feliz.