Blu es una hermosa perrita de raza pitbull que lamentablemente vivió parte de su vida encerrada en un pequeño cuarto debido a su sordera y a que su anterior familia no tenía idea de cómo cuidar de ella.
Por fortuna, la perrita fue rescatada justo a tiempo por el centro de rescate Family Dog Rescue, quienes la trataron maravillosamente y esperaban encontrarle un hogar amoroso. Y aunque era una chica dulce, Blu tuvo que aguardar cerca de un año para encontrar a su nueva familia.
Blu apenas recibía visitas cuando estaba en el refugio. Esto ya que tenía algunos problemas de comportamiento. Por ejemplo, debido a sus experiencias anteriores, no sabía cómo interactuar adecuadamente con otros perros. Se excitaba demasiado y seguía jugando incluso cuando le gruñían o ladraban pidiéndole que parara.
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Otro problema era al no escuchar, no se daba cuenta de que otros perros intentaban comunicarse con ella.
Sean Stevens y Marc, estaban buscando un nuevo integrante para su hogar, y se enamoraron de Blu en el refugio, con la esperanza de que floreciera bajo los cuidados de un buen hogar.

Al llegar a su nueva casa, la perrita no paró de jugar, disfrutaba de largas caminatas junto a su nueva familia. Y aunque los había conocido recientemente, Blu no pudo evitar amar de inmediato a sus padres adoptivos.
El personal del centro de rescate escribió emocionado en su página de Facebook luego de que Blu encontrara su hogar definitivo:
“¡Blu, nuestra residente más larga en Family Dog Rescue, finalmente encontró su hogar para siempre con una familia increíble! ¡Sus nuevos padres compartieron que no puede dejar de mirarlos mientras sonríe de oreja a oreja y menea la cola tan fuerte que todo su cuerpo se menea!”.

Estaba tan emocionada y asustada por su nueva vida que simplemente no quería perder de vista a su nueva familia. Por muy cansada que estuviera, el miedo al abandono le impedía querer separarse de sus padres.
Tal vez, estar sola durante mucho tiempo fue una de las razones por las que le tomó a Blu un tiempo sentirse cómoda con sus nuevos papás. O el miedo de volver al refugio, no le permitía ver el maravilloso cambio que estaba viviendo, pero ella al fin lo entendería.

Mark dijo:
“De hecho, el primer viaje en automóvil en el que la llevamos a la playa, que fue un par de días después de recibirla, estaba petrificada. Estaba temblando”.
Una vez que Blu se sintió finalmente cómoda con su nueva familia, su personalidad floreció. Así que, tres años después, Blu ya había aprendido a confiar en sus dos padres, gracias al amor y los cuidados que le demostraron.
Día a día, ellos le hacen ver que por fin está en un lugar seguro para siempre.

A Blu le encanta ir a la playa y jugar con su pelota de tenis hasta que se cansa. También ha aprendido el lenguaje de señas para poder comunicarse mejor con su familia. Y, por supuesto, ¡recibe deliciosos bocadillos como recompensa!

Esta encantadora chica tuvo un duro comienzo en su vida, pero ahora saborea cada momento y disfruta plenamente de sus días junto a su amorosa familia.
Mira a Blu disfrutando con su familia en este video: