Cuando una adorable perrita llamada Valentine puso un pie en su nuevo hogar hace ya un poco más de un año, estaba muy nerviosa, y de inmediato intentó reunir toda su valentía para entrar a su primera y cálida casa.
A pesar de que era una buena noticia, Valentine había pasado casi toda su vida dando a luz a cachorros en una situación de acaparamiento muy incómoda. Por ello, no sabía lo que significaba la comodidad o seguridad, y también se le dificultaba mucho confiar de nuevo en las personas.
Ashley Moses y su prometido, decidieron brindarle una nueva oportunidad a Valentine, y aunque no sabían cómo lidiar con esta situación, se arriesgaron por ella.
Perrita pitbull rescatada intenta dejar el miedo
Desde que la conocieron, la perrita demostró ser muy tímida y era difícil ganar su confianza, incluso parecía que su noble alma ya no existía.
Ashley dijo a The Dodo:
«No pudimos sentir su personalidad durante nuestro encuentro con ella. Se notaba que su espíritu estaba destrozado y se veía tan triste».
Su situación era un poco complicada, y Ashley y su novio no estaban seguros de poder manejarla, pero sabían que tenían que intentarlo.
Ashley agregó:
«Desde el momento en que vi su foto, supe que era nuestra perra. Suena cursi, pero fue amor a primera vista».
Luego de adoptarla, la pareja continuó con las dudas: ¿Cómo harían para manejar un perro así?, ¿Qué hacemos para ganar su confianza? Y otras más.
Pero lo que más rompió el corazón de Ashley fue el momento en que Valentine llegó a su nuevo hogar. La pareja esperaba que se sintiera feliz de estar a salvo, pero parece que la perrita aún no estaba lista para confiar en las personas.
Ashley comentó:
«Fue necesario convencerla para que entrara con nosotros. Estaba tan asustada, confundida y no quería moverse del vestíbulo de nuestra casa».
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Además, permaneció muy triste, y aunque le llevaron toneladas de ricas golosinas para ganar su confianza, no quiso interactuar con su nueva familia. En la casa todos estaban muy preocupados por su reacción, pero a la mañana siguiente, algo sorprendente ocurrió, y Valentine por alguna razón cambió su actitud.
Su madre esperaba que la perrita continuara un poco alejada, pero a cambio de eso, recibió cientos de lamidos de agradecimiento y una carita de felicidad.
Era como si de la noche a la mañana Valentine cambiara su personalidad, al parecer se dio cuenta de que finalmente estaba en un lugar seguro.
Ashely añadió:
«Ella era 100 por ciento un perro diferente, estaba saltando, jugando, besándome y en general muy emocionada… ¡Fue un momento loco porque no esperábamos que se abriera tan rápido!».
Durante las siguientes semanas, los padres de Valentine la ayudaron a superar todos los miedos que le generaron su anterior vida y se trasformó completamente.
Valentine ahora sabe bajar escaleras, corre bajo la lluvia, juega alegremente, y Ashley y su novio no pueden estar más felices de ver como lo hace. Gracias a que la pareja se arriesgó con Valentine y confiaron en su intuición, ahora es la niña más feliz y lo demuestra cada día de su vida.
Ashley dijo:
«Le encanta jugar con sus juguetes, le encanta toda la comida, y sobre todo su familia es lo que más adora».
Sin duda, el progreso de Valentine ha sido increíble, pero mucho tiene que ver el amor que le brindó su nueva familia y ellos la seguirán amando por siempre.
