Chase era un perro residente del City of Denton Animal Shelter, donde sus cuidadores al parecer estaban preocupados de que nunca fuera adoptado. Algunas personas lo vieron corriendo junto a otros dos perros hace un tiempo, y un oficial de control de animales logró atraparlo, pero al llegar al refugio y descubrir que no contaba con chip ni collar de identificación, el pasado de Chase seguía siendo un misterio para sus rescatistas.
Se desconocía si Chase había conocido alguna vez el amor de una familia, y desde cuándo estaba deambulando solo. Los trabajadores del refugio intentaron que el perro confiara en ellos, pero Chase se resistía en abrirse con ellos.
Misha González, técnica de cuidado de animales en el City of Denton Animal Shelter, le dijo a The Dodo:
“Cuando Chase llegó por primera vez al refugio, estaba muy asustado y no quería tener nada que ver con nadie. Era muy tímido y muy distante”.
Perro de un refugio estalla de felicidad cuando ve a su familia
Misha agregó:
“Cuando lo paseábamos con correa, parecía aterrorizado. Su cola estaba metida temblaba. Cuando tratábamos de acariciarlo, se alejaba de nosotros. Por la forma en que actuaba, sabíamos que sería difícil lograr que lo adoptaran”.
Después de esperar por algunos días, Chase fue trasladado al piso de adopción. A Misha y a los demás les preocupaba que por su personalidad y al ser tan nervioso nunca encontrara una familia. Pero como toda una historia de cuentos de hadas, milagrosamente, su familia lo encontró.
Al parecer, Chase había escapado de su casa meses atrás, dejando a su familia devastada. Durante meses colocaron volantes con la foto de su querido perro y condujeron durante mucho tiempo buscándolo sin suerte.
El personal del refugio escribió en su cuenta de Facebook:
“Debido a que tenemos algunas personas increíbles que [mantienen] un registro de todos los animales perdidos, los propietarios fueron contactados anoche y después de casi seis largos meses, vinieron al refugio a primera hora de la mañana”.
Cuando Chase vio cruzar a su familia por la puerta principal del refugio, se transformó por completo en otro perro. Y, por suerte, Misha capturó el momento del emotivo reencuentro.
Ella dijo:
“Chase estuvo con nosotros durante una semana y casi lo cerraron porque no reaccionó ante el personal. Entonces, cuando su padre, Hubert, entró por la puerta principal, Chase se convirtió instantáneamente en un perro feliz y emocionado que meneaba la cola, saltaba sobre su padre y lo besaba”.
Ahora, el dulce chico se encuentra en casa, rodeado por el amor de su familia. Y para el personal del refugio, no queda duda de que son momentos como este los que les demuestra que su labor vale la pena.
Finalmente, Misha agregó:
“Realmente no hay palabras para describir ese sentimiento de ver a Chase reunido con su familia. A todo el mundo le encanta una buena historia para sentirse bien, y eso es lo que es esto y algo más”.
