Cuando las cosas se ponen mal, todos necesitamos el apoyo de un buen amigo que nos haga saber que al final todo va a estar bien. Por suerte, Moose, una perrita de 7 años, puede contar con ese amigo incondicional, un gato llamado Marvin.
Mary Barnes, rescató a Marvin hace seis meses, con el fin de que el curioso gatito se convirtiera en un amigo y compañero de juegos para Moose.
Mary dijo a The Dodo:
«No sabía cómo se llevarían, porque Moose nunca había interactuado realmente con gatos, pero es la chica más dulce y gentil, así que tuve fe. Rápidamente se convirtieron en mejores amigos. Marvin tiene la personalidad de un perro, por lo que toman siestas y juegan juntos todo el día».
Gato cuida de su perro amigo durante la tormenta
Mary tuvo que mudarse a un apartamento en el centro de Detroit. Desde entonces, comenzó a notar que Moose se estaba volviendo muy sensible a los fuertes ruidos.
Cuando Moose escucha fuertes ruidos, como juegos artificiales o tormentas eléctricas, de inmediato se asusta, empieza a temblar y busca dónde esconderse.
Mary dijo:
«Trato de darle golosinas y mantenerla ocupada cuando hay tormenta, pero generalmente termina yendo al baño y escondiéndose en la ducha. Ella siempre está escondida en la ducha, es su lugar seguro».
Por fortuna, Marvin no le teme a los ruidos fuertes, ni tampoco a los truenos que sacuden las ventanas, es el compañero ideal para Moose.
Mary quedó sorprendida, al ver que el gato con un gran gesto amoroso, consuela a Moose en su momento de miedo y necesidad.
Mary dijo:
«Anoche fue la primera tormenta realmente grande y larga que tuvimos en Detroit desde que Marvin está con nosotros. Estaba muy curioso y preocupado por su hermana mayor».
Cuando Marvin vio a su hermana en ese estado, sabía que estaba sufriendo y que debía hacer algo por ella, no la dejó sola.
Mary dijo:
«Él iba de un lado al otro en la ducha para checarla. ¡Eso distrajo a Moose de la tormenta por un momento, porque ella se inclinó para darle besos!».
La tormenta eléctrica finalmente terminó, por lo que Moose y Marvin rápidamente volvieron a jugar, relajarse y a pasar mucho tiempo juntos.
Si hay una cosa que ambos aprendieron, es que tener un mejor amigo puede hacer que los tiempos difíciles sean más fáciles.
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