Cuando Melani Andrews, una mujer de 72 años, de Galt, California (Estados Unidos) decidió adoptar a un perro de un refugio, tenía un tipo particular en mente. Ella quería al perro más viejo del refugio, el que tuviera más dificultades para encontrar un hogar o bien el perro que nadie más quería y que ya no tenía esperanzas de salir algún día de ese lugar.
El último par de años habían sido muy difíciles para Melani, primero perdió a su esposo, luego perdió a su amada mascota American Staffordshire terrier, llamada Lola, que había sido un gran consuelo para ella durante los tiempos difíciles.
Melani dijo a The Dodo:
«Me sentía abatida y un poco deprimida. Mis nietos vinieron una noche y dijeron: ‘Abuela, necesitas a alguien que te haga compañía. No puedes sentarte aquí sola'».
Abuela llega a un refugio y se lleva al perro que nadie más quería
La abuela tomó el consejo de sus nietos y fue a Front Street Animal Shelter en Sacramento, California, para adoptar a un nuevo miembro de la familia.
Ella dijo:
«Quería ayudar a alguien – un perro – como Lola nos ayudó, así que les dije que quería el perro más viejo que tenían, el que todo el mundo estaba ignorando, y que quería adoptarlo».
Ella dijo:
«No me importa si está enfermo, no me importa si el refugio puede ayudar con las facturas. No tengo mucho dinero, pero estoy segura de que tengo suficiente para cuidar a un perrito».
El personal del refugio llevó a Melani a una perrera donde vivían tres diminutos perros. Uno de los perros era Jake, un perro de 12 años que había sido recogido como un vagabundo hace unos meses.
Ella dijo:
«Los dos amigos de Jake me ignoraron, pero Jake se animó y comenzó a aullar. Así que le dije: ‘Parece que quiere irse, y me lo llevaré'».
El personal del refugio estaba encantado de que la abuela hubiera escogido a Jake, pero necesitaban informarle sobre sus problemas médicos. Pues Jake tenía cáncer de piel terminal, y también era sordo y parcialmente ciego.
Melani dijo:
«Me informaron que tenía cáncer y que tenía una cantidad limitada de tiempo. Y pensé: ‘Vamos a hacer que su tiempo sea tan bueno como podamos hacerlo'».
El personal de Front Street Animal Shelter estaba encantado.
Bobby Mann, el Coordinador de relaciones públicas del refugio, dijo:
«Era increíble porque ella fue una de las pocas personas que realmente dieron a este perro una oportunidad, y usted podría simplemente decir a partir de esa imagen, lo emocionado que estaba el perro por tener la oportunidad de salir del refugio».
Bobby dijo:
«Fue uno de nuestros residentes más antiguos. Esperábamos que alguien como ella viniera y le diera la vida que él merecía».
Antes de que Melani y Jake abandonaran el refugio, alguien les hizo una foto. Parece que ambos se están riendo, pero Melani explicó lo que realmente estaba pasando.
Ella dijo:
«Está realmente ladrando, y despidiéndose de los cuidadores que habían tenido un punto blando en sus corazones por él. Y me estaba riendo porque él estaba ladrándole a ellos. Le dije: ‘Bueno, ya veremos cómo funciona’, y terminó pareciendo que ambos nos reíamos al mismo tiempo».
Cuando Jake entró en el auto de la abuela, al principio estaba muy nervioso. Pero después de unos cinco minutos, se relajó.
Ella dijo:
«Él puso su cabeza en mi mano derecha, y yo manejé con mi mano izquierda. Era como si estuviera diciendo: ‘OK, vamos a ver cómo lo hacemos juntos’. Era muy lindo. Nunca he hecho que un perro me hiciera eso».
Una vez que Jake llegó a la casa, se instaló rápidamente.
Melani dijo:
«Por la forma en que entró en la casa me di cuenta de que había estado viviendo en una casa. No había estado viviendo en las calles por mucho tiempo».
Ella dijo:
«Por la forma en que se ha transformado aquí, puedo seguir con él por un año, tal vez dos si tengo mucha suerte. Pero cuando se vaya, sabré que fue feliz».
Melani añadió:
«Cada día me río un poco más. No es tan solitario. Creo que Jake sabe que lo amo porque él viene a mí y se frota contra mí y me pide que le frote la espalda. Y entonces él se acerca a mi nariz con su hocico. Y un perro que no sabe que alguien lo ama no haría nada por el estilo».
Para ayudar a Front Street Animal Shelter a rescatar y reubicar a más perros como Jake, puedes hacer una donación aquí.
Más información: Front Street Animal Shelter – City of Sacramento
La acción es muy linda, pero estoy segura que la señora fue tanto o más feliz que él.
Unos cinco años atrás adopté en Zoonosis de Mar del Plata un perro viejito, triste y que al no
ser atractivo nadie quería. Se llamaba Tadeo.
Seguramente también el había tenido una casa, porque al rato de estar en la mía se subió al
sillón.
Generalmente la gente quiere a los perros cuando son cachorros y de una raza determinada, y
al ser adultos y mestizos es como que no son atractivos.
Mi historia con Tadeo no llegó a los dos años ; un día dijo basta.
Pero tengo la alegría que su último tiempo lo haya pasado sabiéndose querido y que haya
cruzado el Puente del Arco Iris siendo libre otra vez.
Por favor Dios Padre Jehová, te ruego en el nombre de tu amado Hijo Cristo Jesús que le des tu Espíritu a esta compasiva mujer, la guíes siempre en tu camino y no permitas que muera en pecado nunca para que entre en la nueva tierra que harás o en el cielo, y que siempre estén juntos esta abuela con su perrito y los otros dos que tuvieron que despedirse de su hermanito que sí adoptaron.
Alabado seas y glorificado siempre Dios Padre Jehová, YHWH, bendito seas tú y tu amado Hijo Jesucristo.
Mientras que algunos se.desasen de sus animales por qué están para ellos feos y enfermos esta abuela con buen corazón le hace feliz sus últimos días…que lindo gesto