Dos gatas salvajes en embarazo fueron rescatadas de la calle a inicios de año y llevadas al centro de rescate FosterBabyCats, en Columbus, Ohio (Estados Unidos). Jillian, fundadora de la organización, los acogió y les ofreció un lugar seguro para que las gatas a punto de dar a luz criaran a sus bebés.
Una de las gatas dio a luz a los pocos días a un pequeño gatito llamado Bean que pesaba tan solo 75 gramos. Pasados tres días, nació un segundo gatito llamado Burrito. Los felinos felices se alimentaban de su madre con emoción. Pronto, Jillian notó algo especial en el cuerpo de Bean, era más pequeño que su hermano y sus piernas estaban torcidas.
Los gatitos recibieron cuidados las 24 horas del día, y rápidamente Bean y Burrito estaban ganando peso y eran muy activos. Ambos tenían adorables pancitas suaves y tibias que lucían con orgullo.
Gatito de voluntad fuerte decidido a hacer todo como cualquier gato
Jillian le dijo a Love Meow:
«Estoy tratando de hacer todo lo posible para darle la mejor oportunidad de luchar».
Luego de visitar algunos veterinarios, Bean fue diagnosticado con una probable osteocondrodistrofia, un trastorno de los huesos y cartílagos; además de una posible hidrocefalia. A pesar de todos sus problemas de salud, Bean seguía viviendo todos los días al máximo. Trataba de seguir el ritmo a su hermano Burrito imitando sus pasos.
Jillian cuida del pequeño y está al pendiente de cada avance en su condición para ofrecerle una atención que garantice una mejor calidad de vida. Además, está ayudando al felino con ejercicios que fortalezcan sus extremidades con fisioterapia para mejorar su movilidad.
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En una publicación en Facebook, Jillian escribió:
«Bean necesitará una revisión cada 2-4 semanas hasta que sea claro lo que está pasando o si tenemos que intervenir con cirugía. Voy a seguir trabajando en el estiramiento y ayudándole a fortalecer sus piernas mientras tanto».
Su hermano Burrito se ha convertido en el mejor apoyo para Bean durante la fisioterapia, y siempre trata de caminar cerca de él para animarlo a imitarlo.
Jillian agregó:
«Bean no siempre quiere venir a mí, pero por lo general le gusta seguir a su hermano».
Poco a poco, Bean mejora su forma de andar y ya camina con agilidad. Después de sus ejercicios, el gatito de voluntad fuerte disfruta de acurrucarse junto a su hermano para recargar energías de nuevo.
La madre de acogida de los gatitos dice:
«Le está yendo muy bien ganando masa muscular y aprendiendo a moverse de una manera que funcione mejor para su cuerpo. A los hermanos les encanta salir del nido para correr y luchar en las colchonetas de yoga».
Bean es un felino muy vivaz y no permite que ningún obstáculo lo detenga. El gatito cuya personalidad curiosa está emergiendo, no tiene planes de detenerse para vivir la vida sin límites.
Jillian asegura:
«Es un gatito feliz. Me da mucha alegría verlo amar la vida».
Si quieres conocer un poco más del avance de este gatito y sus aventuras, puedes visitar las cuentas de FosterBabyCats en Facebook e Instagram, también puedes apoyar al centro de rescate visitando su sitio web.
